Es de llamar la atención, el jaleo que esta provocando la intención de la ciudadanía de ir a las urnas para votar una oferta que no es la de los partidos.
¡Aleluya! Los ciudadanos, con nuestra decisión de elegir el último cuadro de abajo a la derecha de la boleta, logramos que los espectadores ahora sean los políticos y que el circo que conforman de tres pistas: la de los enanos, los payasos, y los animales, la convirtieran en un solo escenario para tratar de tener de nuevo la atención del respetable público. Aparentan grandeza, se cambian el maquillaje y hasta quieren parecer dóciles, pero, siempre el pero, se niegan a abandonar lo que creen es su mayor destreza…hablar.
Por todos los medios a su alcance, los “polígrillos” tratan de convencer al la ciudadanía con sus monólogos (no de la vagina sino del recto), lo “inútil” de marcar el famoso cuadro asignado para un candidato no registrado, ¿entonces para que ponen ese cuadro? ¿Es falaz el artículo de la constitución que dice que todos tienen derecho a votar y ser votados?
Por otro lado, ahora que nos estamos organizando los ciudadanos, nos califican de ingenuos (Beatriz Paredes), perversos (Chucho Ortega) y gente que pretende debilitar al congreso (Germán Martínez). Recurren a los “intelectuales”, para que nos hagan ver el gravísimo error que estamos cometiendo al no elegir una carta del mazo que nos ofrecen (aunque esté marcada de antemano la baraja); que ésta campaña del “voto nulo” va a ser inútil, ya que de todos modos en México, aunque sea con un voto se gana. ¡Y lo peor! Que la sociedad es apática, y no tiene la capacidad de organizarse para lograr sus propósitos al margen de los partidos.
Soy optimista, y estoy convencido que ésta propuesta de votar por la casilla inferior derecha, está siendo escuchada por los ciudadanos y que de la lluvia de ideas que está generando “la campaña de voto nulo”, surgirá un río que derrumbará los diques puestos por los castores de un sistema que pretende obstruir su cause natural.
Para concluir, quisiera compartir una reflexión que me provocó el excelente ensayo de Mariflor Aguilar (1) ¿Qué queremos como ciudadanos?:
¿Unirnos para alzar la voz o unirnos para ser escuchados?
Cacho
lunes, 8 de febrero de 2010
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