lunes, 8 de febrero de 2010

DESAHUCIADOS

Hace unos días Angostín Carsten, dio a conocer su nuevo diagnóstico: ¡México tiene un déficit de trecientos mil millones de pesos!; Sí, el doctor Carsten se equivocó y su errado diagnóstico del catarrito, resultó que nos tiene en terapia intensiva con un pronóstico reservado de posible desahucio.

Este oráculo de la desgracia aposentado en la Secretaría de Hacienda, está sugiriendo para el próximo año, nuevos impuestos que compensen de alguna manera la falta de ingresos a las arcas de la nación, porque aparte de “la crisis que vino de afuera” (frase preferida de Felipillo y sus Business boys), los ingresos petroleros se desplomaron, las remesas cayeron, etc., etc. y es por esto que es urgente implementar nuevos gravámenes al pueblo que todo aguanta.

Ahora todo mundo se pregunta ¿donde quedó la lana que generó el auge petrolero y los altos precios que tuvo el crudo desde el sexenio Foxista?, y que mucho nos serviría para no ir en caída libre al precipicio; obviamente nadie da la respuesta aunque todos la sabemos: LOS POLÍTICOS HAN DESPILFARRADO EL DINERO Y HAN ACUMULADO IMPRESIONANTES FORTUNAS DURANTE TODOS ESTOS AÑOS.

Habrá muchos economistas, politólogos, periodistas, académicos, etc., que disfrazados de intelectuales (con sus sofismas acostumbrados), nos quieran convencer de que todos somos culpables de lo que estamos padeciendo: tanto gobernantes como gobernados.
Porque es fácil verter esta opinión cuando se está recibiendo el riguroso cheque quincenal, independientemente “que llueva o truene”, haga algo o de plano no haga nada sólo parlotear ¡pero eso sí! apoltronado burocráticamente en el sistema.

Que trabajo les cuesta a todos ellos ver al mexicano de a de veras, a ese indio, naco o jodido que por falta de oportunidades, sale a diario a la calle a romperse el alma más de doce horas para reunir unos míseros pesos y seguir sobreviviendo. Señalarlo por su “apatía política” y decirle que por huevón e indolente tiene el gobierno que merece.

¡Por favor! Hasta cuando veremos que si el indio, naco o jodido señala las tropelías de los hampogobernantes, salga bien librado. Ya no es San Juan de Ulúa, ahora son los penales de alta seguridad donde se les tiene por sediciosos a los que osan denunciar las injusticias, , porque sabemos que la justicia es para el poderoso y para el pueblo es todo el peso de la ley.

Que no nos quieran tratar como pendejos, sabemos donde esta la deuda externa y el déficit que sufrimos ahora; está a la vista de todos esas inexplicables fortunas de los políticos y míseros “empresarios”, que coludidos, no se conformaron con ordeñar a la vaca sino que se atragantaron con ella.

Allá los ilusos que siguen pensando que de forma pacífica la clase gobernante va a reaccionar, y que de la noche a la mañana sentirán un profundo amor por su nación y devolverán todo lo que cínicamente han robado al país (incluyendo su futuro).

Por último, lo único cierto que han dicho estos hampogobernantes y que es verdad, es que el futuro ya nos alcanzó. Y como en la película de Regreso al Futuro, viviremos de nueva cuenta como hace 100 y 200 años nuestro sangriento pasado…y si no al tiempo.

Cacho.

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