Ya no es increíble que se sigan dando escándalos sexuales en la institución católica, lo increíble es el poder que ellos ejercen en las instituciones laicas encargadas de administrar la justicia, para que sus miembros -entiéndase curas- sigan gozando de impunidad ante delitos graves.
No es la primera vez que la iglesia se ve envuelta en problemas legales relacionados a conductas sexuales aberrantes de algunos de sus miembros, ya sean simples párrocos o individuos de mayor rango como obispos o cardenales. Y tampoco es la primera vez a través de los obscuros hilos que han tejido en la sociedad, traten de acallar a la prensa para evitar el escándalo; y que misteriosamente los encargados de procurar justicia ignoren la obviedad de las pruebas y liberan a los inculpados, y la iglesia en nombre de dios lo único que hace es ¡cambiarlos de sede! para que sigan practicando sus desviaciones (no olvidemos a los Legionarios de Cristo)
Tal es el caso del párroco de Veracruz RAFAEL MUÑIZ LÓPEZ, mejor conocido en el pornociberespacio como “El Lobo Siberiano” (que mejor mote para un depredador como este), que fue descubierto por la policía cibernética en posesión de de imágenes de pornografía infantil en su computadora. Fue detenido y ahora con el apoyo de la curía veracruzana y sus leguleyos han logrado que salga de la cárcel argumentando “los magistrados” que no distribuía dicho material, sino que “tan sólo la compartía con un grupo reducido de conocidos”.
Pregunto por qué no sale ahora a dar la cara Magdalena Gómez del Campo, Norberto Rivera, Felipe Calderón, la Secretaría Gobernación y la Procuraduría General y todos esos grupos conservadores que se esconden tras estas personas e instituciones a protestar por la liberación de un tipo como este que atenta contra la niñez.
Concluyo mi comentario pensando que es muy difícil seguir creyendo en quienes con sus acciones contradicen lo que predican.
Cacho.
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