domingo, 7 de febrero de 2010

AHUMADA Y LOS HIJOS DE LA TIZNADA

(O el Derecho de Réplica)

Es curioso como se van dando las cosas. ¿Coincidencias?

La mafia política mexicana sigue al pie de la letra la máxima de Vitto Corleone: “Las coincidencias no existen”.

Lo anterior lo saco a colación porque estamos a dos meses de las elecciones federales intermedias y curiosamente nos cae una epidemia, que para nuestra fortuna, hicimos lo que nos dijeron y ¡fiuuuu! nos salvamos, e hicimos lo mismo por la humanidad (sic), como dijo muy emotivo Felipillo Calderón. Desgraciadamente, los ingratos países no entendieron el heroico esfuerzo de nuestras autoridades y nos segregan peor que a la hermana y madre de Ben Hur. ¿Pero que creen? Ahí no paró la cosa, ya encarrerados de fervor patrio, en el inter de esos días, los H ( Lo de H es por hijos de su lenona…) legisladores, pensando como siempre en el pueblo (mmju), se pusieron a aprobar reformas ipso facto y que el tiempo como siempre nos dirá que fue peor el remedio que la enfermedad.

Ahora, en este momento “coincidiendo” con el arranque de campañas, sale a la venta después de 5 años de silencio, el pasquín de Carlos Ahumada llamado Derecho de Réplica y ¡carajo! Otra vez sale de las llagas el morbo (del cual no estamos vacunados). Volverán a “influenciarnos” de “mediositis aguda” y dejaremos de nuevo vacías, no las calles, sino nuestra capacidad de análisis. Ya veo a todos corriendo a las “farmalibrerías” para comprar el tapaconciencias llamado pomposamente libro, y con sus hojas, cubrirnos la boca para invitar a otros con nuestra actitud a que hagan lo mismo, siguiendo a pie juntillas las “sesudos” análisis de los “doctos” comunicadores.

Hay una canción que dice “chocar de nariz contra una pared resulta cómico, pero chocar de nuevo con la misma pared ya es un mal crónico”. Evitemos ya seguir ese mediatizante y manipulador juego, y no le demos importancia a un libraco y los dimes y diretes que generan los pseudo comunicadores (con sus escasas y honrosas excepciones). Ya sabemos quien es Ahumada, Fox, Robles, Madrazo, Ceballos, Peña Nieto, Bejarano, Creel, Elba Esther, los Salinas ¡Guuuuuuuac! (Perdonen, tanta mierda revuelve el estómago). Obviamente no tenemos como demostrar sus crímenes, pero qué más prueba que sus inmensas e inexplicables fortunas que refuerzan una sentencia de Mario Puzo “Detrás de toda gran fortuna siempre hay un gran crimen”

Ya desmadraron el país y siempre lo van a negar aunque se les grabe audiovisualmente. Lo sabemos ¿Pero quién es más culpable? ¿Ellos con su cínica actitud, o nosotros, con nuestro morboso confort y cómplice silencio?

Antonio Arceo
Cacho

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