Se que el término es fuerte. Más aún por el respeto que le tengo a la mujer, pero lo que está pasando y haciendo estas mujeres en el H (Hilacho) Congreso de la Unión (de ellos), es una burla tan descarada que le agrega más leña al fuego.
Seguramente se enteraron que varias diputadas electas, en el primer día de sesiones pidieron licencia (sin una justificación que lo ameritara), y sabemos que fue con la intención de dejar al suplente, que es hijo de tal, hermano de cual y para lo mismo, sí, de la misma familia: hijos de la chingada. (Perdón por el exabrupto).
Me llegó un correo en el que me piden que me solidarice para exigir que no les sea otorgada dicha licencia. ¡YO DIFIERO! No que les den licencia a estas “diputitas”, sino que las corran por cínicas y que esas prosticurules queden vacías (de todos modos sabemos que 500 son demasiados). Esto en número gruesos nos ahorraría $200, 000.00 mínimo mensual por cada curul, sirve que a lo mejor nos palia un poco el madrazo que nos va a poner Dn. Carsten en los próximos meses vía “impuestos creativos”.
Cacho
lunes, 8 de febrero de 2010
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