domingo, 11 de abril de 2010

MÉXICO EN LLAMAS

Dicen que los mexicanos somos broncos por naturaleza y que todo lo queremos arreglar a madrazos: Que se descompone la lavadora, tan fácil –ponle un madrazo a ver si “camina”-; que se trabó la puerta -pues dale un madrazo para que se abra-; que se le quedó viendo a mi vieja-tranquilo güey o te pongo un madrazo. ¿Esta forma de ser, será consecuencia del sometimiento del que hemos sido objeto desde hace siglos? Primero por los españoles y sus “evangelizadores colonizadores” (no sé si ya eran pederastas desde ese tiempo); luego los hacendados, con Porfirio Díaz y sus científicos; ahora los rapaces “empresarios” y sus neoliberales políticos lacayos.
Por una causa u otra siempre nos alcanza el destino. Nuestra herencia está marcada y está resultando cíclica y apocalíptica, y al parecer estamos condenados lamentablemente a repetir nuestra trágica historia: arreglar nuestro futuro a madrazos.
Pero qué más podemos hacer sino defendernos a madrazos , los que no tuvimos o tenemos vínculos con los Alemán, los Azcárraga, los Ávila Camacho, los Velázquez (Fidelito), los Mateos, los González (Hank), los Díaz Ordaz, los Echeverría, los Servidje, los De la Madrid, los Salinas (Pliego y De Gortari), los Slim, los Gordillo, los Hernández (Juárez Y Roberto), los Zedillo, los Fox, los Sahagún, los Calderón, los Mouriño, los Nava, los Peña Nieto, los Beltrones (el verdadero padrino), los Paredes, los Guzmán (chapitos),los Quintero, los Beltrán, los Zambada, y tantos más que se me escapan, que son muchos y pocos a la vez, que conforman esas pocas mafio-familias que controlan el país.
Sí, el crimen organizado ha sentado sus reales en el país desde hace varios sexenios ¿No decían que en los tiempos de Alemán robó pero dejo robar?
Ya no sabemos quién es quién, y lo peor, es que estamos como el huevo y la gallina ¿Primero fueron mafiosos para gobernar o el “gobernar” sin freno los hizo mafiosos? El velo se ha hecho tan sutil que ya no se ve la diferencia entre un criminal y un gobernante, ambos muestran su desprecio al país y las leyes que lo rigen. Unos manipulándolas y otros transgrediéndolas abiertamente, pero todos con el fin mismo fin: crear fortunas lo más pronto posible como sea y a costa de lo que sea.
As,í vemos a diario cómo los empleos formales y legales languidecen y por otro lado se robustecen los trabajos informales e ilegales.
Aparecen a diario puestos ambulantes invadiendo las calles, con los que la gente trata de mantenerse (hasta donde les permite su necesidad), honestamente. Vendiendo tacos sudados (por el vendedor y los papeles de la canasta); “ropa casi nueva recién desempacada” (de la paca por supuesto); perfumes recién envasados en frascos reciclados de “Pancho Rábano” y “Christian Pior”; whiskys y brandis salidos de las inacabables cavas de tepito; o cd´s de música o películas recién quemaditas que ni siquiera se han estrenado.
Por otro lado, se van robusteciendo esos “molestos” ejércitos de gente con poca escuela o de plano analfabetas, ocupándose de limpiaparabrisas que parecen estopas de mecánico, que al quitarles el polvo a nuestro vidrio nos muestran en plena cara las imágenes de nuestro retroceso; o de Faquires improvisados que se “aceitan” la garganta con varios tragos de petróleo para impresionarnos, no con sus flamígeras bocanadas sino con sus cuerpos clavados a la piel por esos huesos que denotan una desnutrición perenne ; Payasos, payasas y payasitos, que en lugar de darnos risa casi nos arrancan las lágrimas por que nos enseñan el trágico circo que vivimos; de aprendices de malabaristas, que realmente lo que hacen son malabares para llevarse un pan a la boca al igual que cualquiera de nosotros; de los “viene viene”, que dan miedo con esa frase, porque parece ser una invitación a acompañarlos en el futuro si nos descuidamos. Y para terminar esta inacabable lista, esas miles de personas que aparecen de la nada en cualquier punto donde haya caos vial, para ofrecernos desde unos cacahuates japoneses hasta un juego de herramientas “baratas”.
Pero lo que esas mismas personas que se quejan y se niegan a ver, es que todas estas gentes son el resultado de la falta de educación y oportunidad de desarrollo.
¡Aguas Con esa gente que se emplea con quien mejor pague!, la cosa es dar de comer a la familia. Ahorita son los ejércitos de empleados informales y narcomenudistas (muchos de ellos por necesidad e ignorancia). Ya sintieron los madrazos ¿Quién dice que no sean ellos los que se alebresten y logren el equilibrio que tanto necesita nuestra nación?
Por supuesto que existe una guerra en nuestro país, los muertos no mienten y nosotros (los jodidos), los ponemos. Pero lo peor, es que los que somos mayoría no queremos la violencia, pero esos gavilleros de ambos bandos (institucionales y no), nos están empujando a enfrentarlos y resolver nuestro futuro a madrazos.
Cacho.

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